Aunque llevo tiempo pensando escribir sobre moda… no me decidía. Tenía y tengo muchos miedos, dudas e interrogantes. Pero tras ver las fotografías que la revista Lecturas le dedica a la pasarela de París (¡¡gracias Alicia!! ¿qué haría sin ti?), me di cuenta que había llegado el momento…
Esta vez utilizaré otro enfoque… ni libros, ni exposiciones… Y dadas las circunstancias actuales, he elegido a Valentino.
Como no he tenido el privilegio de verlo en vivo y en directo (algún día, Sonia, algún día…), he recurrido a la web de Valentino (maravillosa música que te acelera el corazón, mientras te hace contener la respiración), para visualizar con detalle y tranquilidad, algunas de las prendas y complementos que me han hipnotizado… y ya de paso, curiosear todo lo demás.
Valentino… ese nombre evoca en mi mente conceptos tan abstractos como elegancia, lujo y sensualidad. Y una sensación de infinitas ansias de “más…” junto con el pensamiento de “¡¡yo quiero!!” y envolviéndolo todo, ese rojo tan intenso...
Valentino ha creado un imperio de lujo que huele a Valentina, donde los museos del futuro, aquellos que atesoran fabulosas prendas y complementos, que no sufrirán con el paso del tiempo, se encuentran ya entre nosotros… los museos virtuales.
Enamorada e hipnotizada, no soy capaz de enfocar otras cosas. Y además, me entran ganas de que llegue el invierno para encontrar abrigos como este, que jueguen a recordarme… lo mucho que me gusta el verano y el mar. 😉 😉