Nuestro primer día en la La Mancha Húmeda fue muy desapacible,
así que estaba deseando abrir los ojos y
ver un precioso sol que nos acompañase en nuestro recorrido por Las Lagunas de Ruidera
haciéndonos olvidar el frío que se cala en los huesos
incrementado por un terrible viento norte y rematado por la lluvia del día anterior.