Domingo por la tarde en pleno febrero.
Quedamos para ver una exposición gratuita de pintura.
Callejeando llegamos hasta calle Montera, cerca de Alcalá-Gran Vía-Sol.
Estamos cansadas y con hambre.
¿Entramos?
Somos 5 personas y cada cabeza, una sentencia.
Por lo que ponernos de acuerdo para pedir algo que picotear, se nos hace algo difícil.
Tienen un buen listado de tapas y todas ellas están, con precios y fotos incluidas,
en el “mantelito” que ponen.
¡¡Cogemos bolígrafo y vamos señalando!!
Al llegar la camarera y preguntar, la mitad de las tapas que pedimos no les quedan.
Volvemos a deliberar y pedimos…
Además de una ración de tortilla gruesa (nº 25) que estaba sin hacer y es mejor olvidar.
Aunque las raciones nos parecieron algo escasas,
tengo que decir que, no suelo darme estos homenajes en el centro de Madrid,
por lo que no soy una buena referencia.
Tapa Tapa tiene una terraza en el exterior, donde en invierno sacan estufas y si te toca cerca, estás en la gloria.
Y en verano, sombrillas para disminuir algo del sofocante calor madrileño.
El local es un sitio limpio y agradable para ver y estar.
Sobre los azulejos blancos de las paredes alegran la vista un enorme cartel rojo.
El suelo de color madera da calided al local.
Las botellas a la vista cumplen una doble misión de decoración y almacenaje y
su zona acristalada con los productos frescos que cocinan, resulta un punto a su favor que denota limpieza.
Pagamos unos 8€/persona incluyendo 3 claras y 2 cocacolas.
Lugar a tener en cuenta por su muy buena ubicación y sus grandes dimensiones para grupos.
Todo muy correcto.
Gran Vía
Supongo que conocerás restaurantes por la zona.