Miguel Mansanet hizo que la tarde-noche del sábado 28 de septiembre de 2013 fuese especial… por muchos motivos.
En el Teatro Estudio Recabarren a las 20h, a pesar de la lluvia, del caos circulatorio y demás eventos acaecidos en la ciudad de Madrid a esas horas, se congregó un interesante grupo de amigos y admiradores …. es decir, nosotros 😉 😉
La lluvia nos observaba desde la puerta y mientras, en la sala, abarrotada de gente y con una temperatura “in crescendo“, Tito Valverde realizó una distendida y divertida presentación de Miguel y su libro EncantaVientos, que nos arrancó más de una sonrisa.
Miguel se sentó y nos dedicó unas palabras; esta vez a cada uno, personales, cariñosas, escritas de su puño y letra…
Ya habrá tiempo de leer las que se esconden y descansan en sus relatos.
Aunque al principio eramos muchos, el aumento de temperatura en la sala, el paso del tiempo y la sequedad en nuestras gargantas, provocó un lógico flujo de animadas conversaciones hacia lugares más apetecibles…
Dejé en manos de mi familia la compra del ansiado libro (gracias-gracias-gracias) y cámara en mano, recorrí la sala robando posados a quien me lo permitió…
Una vez comenzada la excursión, perdí la noción de que llevaba la cámara encima… y apenas hice algún retrato más. ¿Sería por el exceso de refrescos…?
Teniendo cuidado de no estropear el libro recién comprado y dedicado, fuimos de excursión a algunos de los escenarios donde transcurren los relatos de EncantaVientos.
En cada local, intercambiamos una mini-ilustración por refresco, vinito o cervecita según nuestra elección, junto con un pincho de tortilla, una deliciosa croqueta de calamares o un elaborado y precioso vaso de barquillo cubierto de una ligera capa de chocolate en cuyo interior te encontrabas solo cosas ricas-ricas.
Cuando me quise dar cuenta… ya no me quedaba ninguna de las ilustraciones originales… 🙁
Pero lo mejor de la velada fue al llegar la medianoche…
Estábamos algo cansados, en el bar-restaurante Korgui, intentando ver algunas de las esculturas que habían colocado en el interior, sin molestar demasiado a los clientes que se encontraban cenando.
Nos avisaron que en la terraza iba a ocurrir algo…
Una preciosa tarta de nata con El Principito dibujado con tinta comestible sobre oblea, unas velas… ¡cumpleaños! ¿de quién? ¡¡anda!! ¡¡Aurora y Miguel, como si de mellizos se tratase, pero con algunos años de diferencia, cumplen años el mismo día…!!
¡¡¡Felicidades!!!
No paré hasta que me enteré… la tarta, las deliciosas palmeritas de chocolate y los coquitos, todo ello fue elaborado con mimo por la pastelería Raquel… mmmmmm
Yo solo probé un par de palmeritas, pero desapareció todo rapidísimo, señal de lo bueno que estaba… 😉 😉
Habrá que buscar alguna otra excusa para encargar más dulces allí, ¿no te parece?
PD: ¿Alguien sabe si están a la venta y dónde esas camisetas tan chulas de EncantaVientos?