Antes de entrar en una casa, oficina o empresa, tengo la costumbre de limpiarme los zapatos.
Y sistemáticamente me fijo en lo que piso: su tacto, grosor, el dibujo, los colores, el mensaje…
La personalidad que imprimes a tu hogar, tienda o empresa puede comenzar en el felpudo. Un simple y pequeño detalle que muchas veces marca la diferencia de lo que te espera dentro y habla mucho de ti…
“Bienvenidos” se puede decir de muchas formas y en múltiples idiomas.
Además, puedes transmitir alegría mediante flores hermosas o pequeños animalitos:
O dando lugar preferente a tu amor por las mascotas y tus dibujos preferidos.
Y si lo que te gusta es ser diferente y original… hay mucho donde escoger.
Entiendo que si los “amigos de lo ajeno“ (léase ladrones) te han visitado alguna vez y no tienes intenciones de volver a regalarles nada, no dudes en poner cualquier felpudo que, sin llamar la atención, permita cumplir su finalidad… limpiar los zapatos para entrar en tu maravilloso hogar…
Gracias por invitarnos. 😉
Curioso cuando menos; lo que ocurre es que si miro recuerdo inmediatamente que no me he limpiado, un día más, los zapatos. Un beso, Sonia
jajajaj
Rafa!!!
Tras tu curiosa frase….
Llego a la conclusión de que bueno es, al menos, mirar 😉
Qué originales y bonitos los felpudos. Me daría pena limpiarme los zapatos en cualquiera de ellos, pero reconozco que a la puerta de cualquier piso, diría mucho de los dueños a su favor. Gracias.
Gracias a ti
Pena, pena… cuando el felpudo es bonito…
Pero sino… ni me lo pienso
Y es peor entrar en casa ajena con los zapatos llenos de barro y/o piedrecitas… jejeje
Ainss mi felpudo preciosoooo! Lo echo de menos, snif :(, pero acabaré comprando otro bonito, porque a riesgo de que me lo vuelvan a robar, por lo menos lo disfrutaré..ya le pondré un sistema “antirrobo..”
Muy buena “chorradita” Sonia!
Gracias Nerea!!!
Los “chorizos” de tu urbanización son…grrrrrrrrrr
Buena idea… antirrobo de felpudos
A ver si encuentro algo y os cuento