Os confieso que no entiendo la utilidad de los cubrerradiadores…
Si estás gastando dinero para calentar una estancia y hacerla más agradable, ¿¿por qué impedir que el calor se propague por todas partes?? Además, suelen ser bastante feos…
Me inclino por invertir el dinero en un radiador que desprenda el calor de forma eficiente y si además es bonito…
Yo no quería, ni siquiera sabía de su existencia.
Pero su color, su forma, su facilidad para usar y limpiar… ¡¡¡Me enamoró!!!
Ahora ya tengo en casa una chorradita nueva para separar las yemas de las claras.
En las grandes ciudades vamos por la vida con tanta prisa… tanta… que parecemos casi ciegos…
El día a día nos absorbe de tal forma que tiene que ocurrir algo para que veamos lo que tenemos delante.
Pasamos por delante de cosas bonitas tantas veces al día, durante todos los días… que dejamos de verlas, de valorarlas…
